Últimamente me ha sorprendido muchísimo cuanta gente se desilusiona con los juegos pero que tiene una cantidad ingente en sus estanterías, con la compra masiva debido a la necesidad de tener todo aquel buen juego con buenas notas o críticas allá donde lee, pero con la nula rejugabilidad que le dan a estos. Entiendo que con el paso de los años uno tiene más responsabilidades y menos tiempo para dedicar a los juegos, y que no siempre a uno le apetece ponerse delante de una pantalla tras un día de curro para pasarse la novena fase, subir cuatro o cinco niveles a los personajes, infiltrase en la base enemiga o pasarse las seis carreras del torneo; pero es que al parecer cuando hay tiempo tampoco se rejuega, siempre se va a lo nuevo y sino se anda preguntando que juego comprar o pasando por una tienda uno se compra algún título que le interesaba aunque no se había planteado su compra hasta ese momento.
Está claro que antes los juegos tenían menor duración y que unido al gasto que suponían para nuestra economía inferior por aquel entonces estos títulos se rejugaban una y otra vez sin cesar, alternando entre todos aquellos que teníamos sí, pero el tema es que se hacía. Ahora, observamos como tras acabar un juego en cuestión nos dirigimos inmediatamente a por el siguiente que tenemos pendiente, pero ese que tenemos pendiente tal vez fue una de esas compras impulsivas o forzadas y que tras terminarlo se vuelve a iniciar el círculo. Pero yo pregunto ¿realmente uno disfruta más de los juegos de esta forma?. Siempre se comenta que antes los juegos eran mejores, que sí tenían "magia", que si la nostalgia (que esto influye, no lo niego), pero es que ahora no se rejuega o muy pocos somos los que lo hacemos. Muchos dirán que no hay tiempo, que los juegos son más largos y hay menos tiempo para disfrutarlos, pero ¿por qué hay esa necesidad de darle un rápido carpetazo a los juegos pendientes?, ¿para empezar el siguiente y volver a hacer lo mismo? ¿hay una vieja con un bastón incándonoslo entre las costillas metiéndonos prisa? ¿nos van a dar un pin por juego acabado y la meta es convertirse en un colador humano tras ponértelos?. Lo suyo es disfrutar sea con lo que sea y olvidarnos de vez en cuando de lo que está por venir. Que sí, yo entiendo que puede haber muchos juegos que nos interesen, pero tendríamos que pararnos a pensar cuales nos interesan verdaderamente, cuales son aquellos que tras acarbárnoslos no nos importaría volver a jugarlos, pero olvidándonos de esas chorradas de los logros/trofeos, hablando estrictamente del hecho de volver a disfrutar del juego sin más. Es ahí donde entra en juego la rejugabilidad de los títulos y lo que nos guste realmente a nosotros.
Además de todo esto, y para aquellas personas que son muy impulsivo-consumistas, viene muy bien alejarse un poco del tema lanzamientos. De vez en cuando un respiro de ver qué es lo que va a salir y qué nos va a ofrecer y estar contando los días hasta que salga el juego (que a veces parece que a uno le haga más ilusión eso que disfrutar del juego) viene muy bien. Esas veces que ves que tan sólo te quedan uno o dos juegos pendientes y parece que tengas la obligación de comprar más para no quedarte sin nada nuevo a qué jugar no tienen razón de ser; si un juego atrae lo suficiente se compra, pero no tiene porqué ser necesariamente de salida, ¿por qué no puede esperar unos meses y luego encima conseguirlo a mitad de precio ? ¿por qué no aprovechar ese tiempo para darle una segunda partida a uno de los muchos que tenemos en nuestras estanterías?. Hombre, cada cual tendrá sus excepciones como en mi caso eran hasta ahora los Mario y Zelda, pero salvando estas no hay una necesidad imperiosa de hacerse con esos títulos; pudiendo disfrutar en esos momentos de una segunda (o tercera, ¿por qué no?) partida en uno de esos juegos que nos hizo maravillarnos, sorprendernos, entusiasmarnos o engancharnos no existe tal necesidad de comprar más títulos.
Y no hemos de olvidar que rejugar no sólo implica volver a disfrutar, si no que a veces puede llegar a sorprendernos de nuevo por cosas que obviamos la primera vez ( olvidaros de jugar con guías, estropean mucho la diversión de los títulos ), esos pequeños entresijos o secretos, o esas frases que uno no recordaba y que le recuerdan a uno porqué se hizo con ese juego la primera vez y le hacen reafirmarse en su buena elección al escogerlo.
lunes, 5 de enero de 2009
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